Lo que le espera a Manuel Jiménez para el 16 de mayo no es chiquito

Lo que le espera a Manuel Jiménez para el 16 de mayo no es chiquito. Y lo serio del caso es que él es el único o principal responsable, sobre todo porque no ha querido cambiar.

Lo primero es su forma de actuar con la gente; lo segundo la forma en que la gente se siente con su actuación.

Sus seguidores no se pueden hacer los inocentes, porque ellos lo saben mejor que nadie.


Y no importa que lo esté apoyando fulano o fulana; es la gente de los diferentes barrios, el votante simple el que le va a dar lo que él se merece por la forma en que este diputado se ha portado con ellos.

Lo mejor es que a esa pobre gente no se le va a olvidar ese comportamiento, principalmente, porque lo repite cada día, cada semana, cada mes del año, todos los años. Y no ha querido cambiar.

Pero allá él.

Mientras tanto, todo el mundo está esperando el 16 de mayo, “y después hablamos”,

Manuel va a recibir una respuesta contundente cuando se cuenten los votos. Eso va a ocurrir en cada rincón de la circunscripción dos de este municipio.

En todas partes la gente habla de Manuel Jiménez debido a la misma situación.

Yo mismo soy testigo de ello.

Todo el que hace vida en esta demarcación sabe a lo que me refiero, por lo que no voy a entrar en muchos detalles; pero sí voy a decir, porque no lo puedo callar, que lo que Manuel está haciendo con la gente de toda esta circunscripción “lo ha hecho siempre”, sin que nadie se atreva a pedirle que cambie; porque no cambia. Y lo digo porque se me ha acercado mucha gente para darme detalles que me han dejado con la boca abierta.


Pero no importa, por ahí viene el 16 de mayo.

A Manuel que se prepare para que reciba lo que se merece; que se prepare para que coseche de lo que él mismo sembró.

Pues, no es chiquito lo que le espera.

Es más, hasta el nombre le vamos a cambiar después de las elecciones.

A Manuel le daremos lo suyo.

Le daremos la más alta votación; y le pondremos “Elmasvotado”.

Por su comportamiento con la gente y por no cambiar ni un solo día.

Eso es lo que se merece Manuel Jiménez.

Por Santiago Mata